jueves

Me he abierto las venas pero no una cuenta en facebook

Puedes agregarme ahora,
en este bar en esta mesa en esta copa,
puedes agregarme,
puedes,
puedes agregarme a ti a tu amiga a algo,
puedes agregarme ahora
que hemos puesto nuestros nombres boca arriba,
que hemos ido al baño alternativamente,
y hemos vuelto del baño sin defraudarnos
por la puerta trasera del local,
hay confianza, puedes
agregarme ahora,
que mis amigos me envidian y tus amigas
te compadecen, puedes,
me llamo Samuel, te llamas Teresa,
-te llamas María, te llamas Maite-
te he preguntado por tu nombre y me has preguntado
por Samuel, es mi nombre.
Puedes.
Son ya más de dos horas de decir
algunas tonterías esforzadas
a través de tantas canciones insufribles
con estribillos que poco colaboran
a entenderse, joder, puedes
agregarme ahora,
que he dicho que me gustas y he dicho
tonterías,
que me gustas,
y he dicho que tienes los ojos muy bonitos
y el pelo muy bonito
y la boca muy bonita,
puedes
perdonar la pobreza de mi vocabulario cuando me gustas,
puedes agregarme ahora que he abierto
mi corazón
como las puertas de un bar de vaqueros en Texas
o las puertas del Carrefour en Logroño,
cuando he abierto tantas veces la boca y los
brazos, y los ojos,
me he abierto las venas para ti esta noche,
puedes agregarme
de inmediato
y no decirme, mientras te marchas,
Samuel Yebra, te agrego en Facebook,
ese sitio donde estáis todos continuando
las cosas que quedaron a medias
en los bares que quedaron vacíos.
Pero yo no continúo en Facebook,
yo continúo por mi cuenta.

31 dic 10
No todos mis poemas van a tratar sobre tu coño

No todos mi poemas van a tratar sobre tu coño, [aquí el nombre de mi ex novia]
no todos mis pensamientos,
mis despertares, mis conversaciones, mis silencios, mis mails,
mis llamadas de teléfono, mis sms, mis lloros,
mis patadas a las cosas, mis golpes en la mesa,
mis botellas vaciadas y mis cigarrillos recién prendidos,
mis lavadoras, mis apuntes de gramática, mis clics
en páginas porno japonesas, mis eyaculaciones, mis metros
de papel higiénico, mis insultos, mis estancias solitarias
en habitaciones donde una vez estuviste desnuda
con las piernas abiertas
      y un tampón ensangrentado,
mis libros, mis cuadernos, el blanco vacío de mi word,
no todos mi poemas van a tratar sobre tu coño,
[aquí el nombre de mi ex novia]
y menos este.

31 dic 10
Tatuajes

A Luna Miguel


Es la tinta tu veneno voluntario, Luna,
vas estampando tatuajes
en los llanos de tu cuerpo,
la espalda,
                   el pecho,
                                      el antebrazo,
pequeños sistemas circulatorios
de formas caprichosas,
de sangre que no se mueve
como no se mueve esa sangre
que abandona la herida:

hasta la poesía se seca, Luna.

Tinta, veneno y sangre,
confundir una con otra, esta
con aquella,
daría en libros musculosos, tatuajes
mortíferos, cuerpos manuscritos,
daría
en monstruosos tinteros palpitantes
sobre mesas aún mas feas,
brillante Aleph de víscera y garabato.

Tú lo sabes, Luna; lo sabes ser.
Tatuaje, poema, escritura del cuerpo
y sobre el cuerpo otra escritura,
veneno,
sangre,
sueño,
cualquiera imagina qué escribirás
mañana, cuando se seque
la sangre,
                  el veneno,
                                      la tinta,
cuando se seque la poesía
y la piel
se te termine.


30 dic 10

La chica del pelo raro es mi novia


Sí,
la chica del pelo raro es mi novia.
qué quieres. A veces paso mi mano
por su pelo loco y no se acaba nunca
ese gesto de peinarla,
y no se acaba nunca
ese roce en mis dedos
de las mechas y el manicomio,
de las horquillas y la camisa de fuerza,
de la melena y las paredes acolchadas,
loco su pelo,
prisión peinada de sí mismo.
Qué quieres: encuentro cosas.
En su pelo mueren tantas moscas, tantos
trozos de la vida, tantos
pedacitos de rutina: hebras
de tabaco (podría a veces fumarme su pelo),
hebras del césped donde rodamos los domingos,
chicles (tantos) que estaban en la hierba,
como un pelo que roza otro pelo,
la hierba,
un cabello que contamina otro cabello,
los domingos;
pero sobre todo moscas
muertas
en su pelo encuentro cuando paso la mano
para peinarlo y ver si deja de ser raro, qué
quieres: se burlan de mí cuando la miran,
se burlan,
moscas muertas, 
todas esas alas que las moscas traspapelan
en el libro barato de su cabello.
A veces me he corrido en su pelo
cuando el sexo oral
de los viernes.
Lo hago a posta.
Mi semen es el chicle que queda de mi cuerpo
algunos viernes en su pelo,
mi novia mastica el chicle
quince minutos más o menos
para que el chicle encuentre el camino
hacia su extraña forma de peinarse. Me corro
a posta en su pelo,
no es fácil: soy malvado. Ella
no se queja por tener semen en el pelo,
tiene moscas muertas y tabaco y césped
universitario.
Tiene semen, ahora.
Luego paso mi mano por su pelo
largamente
porque quiero peinarle las moscas,
la hierba, el tabaco,
mi semen,
el amor,
la mierda del amor,
las moscas del amor,
y no se acaba nunca
el gesto de peinarla,
y no se acaba nunca,
no.

29 dic 10
Vamos a drogarnos

Vamos a drogarnos
con MDMA, vamos a drogarnos
con palitos de cangrejo,
vamos a drogarnos
con la entrada más extraña
de la Wikipedia.

Cronotopo, por ejemplo.

Vamos a drogarnos con cocaína
suculenta, vamos
a drogarnos
con cal de las paredes y vidrio
machacado, vamos
a
drogarnos
con las letras de la vida,
MDMA.

Vamos a drogarnos juntos y geniales
en discotecas de modernos
en el centro de la ciudad,
junto a ejecutivos que también se están drogando,
pero por separado y sin talento,
pobrecitos.

Vamos a drogarnos y la música,
a drogarnos y el amor,
a drogarnos y la vida,
a drogarnos
cronotopos y panchitos,
no te rías.


30 dic 10.